¿Por qué insistir en el condón?


Escrito por Licda. Alexandra Loría Beeche *
Viernes 19 de Junio de 2009 23:25

Publicado en La Prensa Libre (ver artículo original)

La mayoría de los programas para prevenir el embarazo de adolescentes, basados en la utilización del condón, anticonceptivos e incluso pastillas abortivas han dado resultados nefastos.

No hace falta ser un consumado experto para intuir que el mejor método para reducir los embarazos de adolescentes y/o las enfermedades de transmisión sexual es retrasar el inicio de las relaciones sexuales, siendo lo ideal no tenerlas hasta contraer matrimonio.

En el mundo científico esto es público y notorio desde hace muchos años. En un informe publicado en el British Medical Journal  (321; 1520, 2000), el Dr. Trevor Stammers dijo: “las actuales tendencias en la salud sexual de los adolescentes son causa de preocupación en el Reino Unido”. “Solamente en Inglaterra casi 90.000 adolescentes quedaron embarazadas en 1997 (…) y la mitad de los embarazos terminaron en aborto”. En relación con las enfermedades de transmisión sexual, el panorama tampoco es alentador. “Entre 1995 y 1997 el incremento de la gonorrea en las adolescentes entre 16 y 19 años fue del 45%. La incidencia de clamidia alcanzó el 53% y la de verrugas genitales, el 25%”. Agregó además: “la contracepción como piedra angular de la educación sexual de los adolescentes ha fallado manifiestamente”. “Más del 80% de los embarazos no deseados se deben a un fallo de la contracepción”. Si se tiene en cuenta que la mayoría de las campañas de educación sexual orientadas a la prevención de embarazos y contagio de enfermedades de transmisión sexual han estado centradas en promocionar la utilización de preservativos, los datos objetivos de la literatura científica no avalan el éxito de estas campañas. En efecto, “datos de 1975 a 1991 muestran una correlación positiva entre el incremento del uso de preservativos en la primera relación sexual y los índices más elevados de embarazos en adolescentes”.

¿Ha cambiado la situación de aquella época a la actual?

En marzo pasado, Edward Green, director del Proyecto de Investigación de Prevención del Sida de la Universidad de Harvard, en una entrevista del National Review Online afirmó que existe “una relación entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor tasa de contagios de Sida… Nuestros mejores estudios muestran una relación consistente entre una mayor disponibilidad de preservativos y una mayor (no menor) tasa de contagios de Sida… No podemos asociar mayor uso de preservativos con una menor tasa de Sida”.

El experto alertó sobre la causa de este fenómeno con el conocido “comportamiento desinhibido”: “Cuando se usa alguna tecnología para reducir un riesgo, como el preservativo, a menudo se pierden los beneficios asumiendo un mayor riesgo que si uno no usara esa tecnología”.

Por eso, la forma científica e inteligente de prevenir los embarazos y enfermedades de transmisión sexual en los adolescentes es seguir el modelo de Uganda, que en los años 80 inició una campaña que fomenta la monogamia entre parejas bajo el lema “quédate con tu pareja o sé fiel”. Con ello modificaron los comportamientos sexuales de una forma radical. No basaron su estrategia en el condón sino en el rescate de la familia natural. Según la OMS, Uganda tiene el descenso más espectacular de infectados por el Sida en todo el mundo.

Así las cosas, uno se cuestiona: ¿Cuál es el verdadero interés de algunos, de promover en las escuelas y colegios de Costa Rica el uso del condón? ¿Será acaso, que así la industria dedicada a este negocio, recibe millones de dólares por concepto de venta de preservativos, medicamentos y tratamientos para el sida y otras enfermedades de transmisión sexual?

Cuando hablamos de educación sexual, los mejores textos son los que ha presentado la Iglesia Católica, pues promueven la abstinencia antes del matrimonio y la fidelidad después de contraído éste. Científicamente se ha demostrado que la modificación de comportamientos sexuales es lo más inteligente que podemos hacer.


* Asociación para la Defensa de la Vida

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